¿Le permito acostarse en mi Cama? [ 1 / 2]


Rolando se meneó la cabeza, viendo que Regina tenía una expresión de ser bien perjudicado.

No lo le importaba, pensando que este era solo un televisor y no lo veía mucho diariamente, más allá, se podía trasladar todo el centro comercial de electrodoméstico si quiere él.

En este momento, Brenda llegó, y Regina, muy alegre, se dirigió a ella sonriendo.

Hija, eres tan amable que nos has comprado un televisor tan caro.

Estamos muy contentos tu padre y yo.

Dijo Regina.

¡Qué genial! Como padres, nos sentimos muy contentos y consolados porque nuestra hija tiene éxito Siguió Arturo.

Regina, sorprendido, pensó que ella nunca compró el televisor, por eso quería explicarse.

Hija , eres mi hija, sé la buena atención que tienes y no seguimos siendo educados contigo.

Es una suerte muy buena por tener a ti, mientras que Rolando, un cabrón, solo disfruta en nuestra familia, y jamás hace contribución para esta.

Regina le impidió a Brenda, y dijo El televisor es tan caro que no puede ser tocado por Rolando.

Estaré triste si es roto.

Mamá, este televisor… Brenda, preocupada, pensó que era Rolando quien lo compró y es irrazonable que le impidiera tocarlo.

Basta, hija, todo lo que quieres expresar entiendo.

Ahora, voy a ver la televisión con tu padre, y tú descansa en la habitación.

Regina no le dio la oportunidad de hablar a Brenda.

Después, Regina giró la cabeza, mirando a Rolando enfadada, y murmuró ¡Qué inútil! Cómo puede casarse contigo mi hija, que es tan excelente.

Brenda miraba a Rolando, y lo sentía mucho con la cara avergonzada.

Rolando sonrió hacia ella, mostrando que no le importaba nada y dijo regresamos al cuarto En la habitación, Brenda, cerrando la boca levemente, puso la mirada a Rolando, y le dijo con vergüenza lo siento mucho, mi madre siempre actúa así, y…eres tú quien lo compró No te preocupes, sea yo, sea tú, es lo mismo, y no te metas en esta cosa tan pequeña Rolando le dijo.

Y luego se fue hacer la cama improvisada.

Gracias.

Brenda dio el agradecimiento sincero a él, porque hacía mucho por ella estos días, sufriendo penosos trabajos sin ninguna queja.

Pensando que Rolando se comportaba bien, por eso… ¿Le permitía acostarse en la cama? Por esta idea, el corazón de Brenda palpitaba fuertemente y la cara se volvía roja.

Pero, si se acostaba en la cama, ¿si se propasaba conmigo? Y después, si él no pudiera soportar a sí mismo, y yo… Olvídalo, espera un momento más, de todas maneras, si no podía hacerlo, quizá acostaba en la cama por sí mismo.

Casados durante mucho tiempo, si él quería hacer el amor, sí yo lo permitía.

Después de la imaginación, Brenda, acostada en la cama, se durmió pronto.

Al día siguiente, por la mañana, Brenda acompañada de Rolando iba al chalé de Galán para la acusación de Román con Jorge.

A la puerta de la comunidad, Rolando llegó al puesto de vender alimentos de desayuno.

dos tortillas fritas, por favor.

Dijo.

El hombre de edad mediana asintió con la cabeza y empezó a hacerlas.

Te agradezco mucho por la cosa de ayer.

Rolando le dijo.

De nada, vi el amor entre vosotros y no quiero que os sucediera algo
Olympus Scan
Olympus Scan
Serberus Scalation
Presentado