Cómo te has hecho rico de repente [ 1 / 2]


Diego Rodríguez pudo juzgar que la foto que mencionó Zeltia Varela sería una excusa que buscó por sí misma.

En realidad, no quería verla.

Se desesperó de esta chica a la que había querido.

Sin embargo, mentiría si dijese que no sintió nada por ella.

Al oír la voz de Zeltia, se conmovió y estuvo de acuerdo.

Se levantó y encontró del armario la foto en que se vieron Zeltia y Diego, sacada al lado de la laguna en el campus, que guardaba con esmero.

En aquel entonces, Zeltia le cogió el brazo con afecto y Diego sonrió felizmente.

No obstante, a Diego le dolía mucho el corazón al ver que eso le pasó a ese punto.

Justo en ese momento, vio el dinero de un mil euros que había retirado del banco de madrugada.

La verdad fue que quería gastarlo por todo en el día.

Pareció que lo que había hecho fue ridículamente infantil.

No necesitaba dinero realmente porque podía hacer cualquier cosa con las tarjetas de su hermana mayor.

No le convino dejar tanto dinero en efectivo en la habitacón.

¿Cómo podría explicarlo si lo viesen los otros compañeros de piso? Tuvo acompañados estos amigos verdaderos a su lado por su pobreza supuesta durante estos años.

Si dijese la verdad, ¡sentiría que iría a perder algo! Bueno.

Voy a bajar para ver a Zeltia y regresar el dinero otra vez.

Diego no encontró ninguna bolsita y tomó una bolsa negra de basura para envolver el dinero.

¡Bajó y llevándose con él la foto de Zeltia! Al lado de la laguna del campus.

Dieguito.

¡Aquí! Al ver que Diego se acercaba, Zeltia dio un paso y saludó a Diego desde la distancia.

Fue igual que se enamoraron antes.

En realidad, ella fue la que sufría mucho en el corazón en ese momento.

¡Quién se lo iba a decir que Diego compró un bolso que valía 36 mil euros por la mañana! ¡36 mil euros! ¿Cuánto tiempo le costará a una persona común para ganarlo? Especialmente rompió con él hace poco.

¡Pronto se hizo tan rico! Zeltia no podía aceptarlo al pensar en eso.

Así que a ella le ocurrió la excusa que a Diego le pidió la foto.

¿Qué pasó? Aunque Diego, visiblemente emocionado, se entristeció, pero no le apeteció ser duro con Zeltia cuando la vió.

Zeltia dio una mirada a la bolsa negra que él cogió en la mano.

Dijo inmediatamente ¡Esperaba que trajeses algo más para verme! Se decepcionó un poco.

Ella se imaginaba una escena en la que Diego estaba de pie frente a ella con ese bolso de diseño de 36 mil euros, rogándole que volvieran a estar juntos.

No esperaba que él bajase para retirar la basura de paso.

Diego sacó la foto Zeltia, te la devuelvo.

Desde hoy entre nosotros no habrá nada.

Diego habría tenido la idea de tomarla como el recuerdo.

No haría falta si se encontrase con esa situación.

Por otro lado, Zeltia, estaba ansiosa pisoteando y golpeando el pecho de Diego.

Tú.

El tonto.

¡El tonto de verdad! ¿Crees que te pedí que vinieras porque quería pedirte una foto? Diego fingió estar sorprendido Si no, ¿qué quieres? A ver, ¿cómo puedo decir para que entiendas? Dieguito, no crees que yo tenga algo que ver con ese Germán Mingo.

¿Verdad? Zeltia siguió diciendo.

Tontito.

¡Todo fue una prueba para ti! ¿Prueba? Diego sonrió amargamente en su corazón.

“En el bosque te tocó y te hizo jadear.

¿Esto es una prueba para mí?” Diego no quiso hablar nada.

Hazla como quieras.

Te doy la foto y no te debo nada.

¡Adiós! Moviendo la cabeza, Diego se giró y se fue.

Tú.

Dieguito.

Diego.

Detente.

Si no, ¡me voy a lanzar en la laguna! Ella no esperaba que se hubiera vuelto tan frío porque antes siempre era una persona muy considerada con ella y seguía sus consejos
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