Realmente no me atrevo a hacerle nada [ 1 / 2]


Natalie vio que el Gordo hacia el hombre y le saludó, se dio cuenta de que los dos debían conocerse.

Además, por las palabras del Gordo, pudo saber que este Club debía ser operado por esa persona llamada Héctor.

Aunque estaba asombrada por las habilidades de Rolando, pero Héctor era seguido por decenas de personas, por muy poderoso que fuera Rolando, no podría enfrentarse con tanta gente.

Parecía un poco ansiosa.

Corrió al lado de Rolando y tirar directamente su brazo para huirse.

Corramos, porque son muchos, si no corramos ahora, no nos quedaría tiempo.

– Natalie dijo con ansiedad.

Rolando se quedó quieto y le dijo a Natalie, ¿Por qué corremos? – ¿No has visto a tanta gente? ¿Todavía quieres lidiar con tanta gente tú solo? Apresúrate y ven conmigo.

– dijo con mucha prisa.

Rolando no pudo evitar reírse ante la reacción de Natalie y habló No te preocupes, no hay que correr.

– Natalie estaba tan ansiosa que estaba a punto de maldecir algo, si no tuviera interés en Rolando, ya dejaría a Rolando y se huiría solamente.

Cuando el Gordo vio a las dos personas tratando de huir, inmediatamente le dijo a Héctor,Héctor, están a punto de huir.

Deberías atraparlos por que te insultaron antes.

Luego miró a Rolando y a Natalie, con una fría sonrisa en su rostro, Este señor que está a mi lado es el famoso Héctor de la Ciudad Rio y este es su Club.

¿Cómo os atrevisteis a insultarle? ¡No os perdonará! – El aspecto de Natalie cambió al oír.

Había oído el nombre de Héctor, pero no se esperaba que fuera el dueño del lugar.

Y este gordo era amigo de Héctor, si se ocupaban de los dos, estarían realmente acabados por hoy.

¡Mierda! No le hemos hecho nada.

¡No lances disparates! – Natalie gritó a Gordo.

Lo oyó con mis propios oídos, no lo niegues más.

Héctor y yo somos amigos, de ninguna manera le mentiría, pero vosotros dos, ¿cómo se atrevisteis a insultarlo así? ¿Queréis morir?– dijo el Gordo que estaba lleno de indignación como si Héctor fuera su ídolo.

Héctor sonrió y preguntó ¿Seguro de que realmente me ha maldecido? – El Gordo inmediatamente asintió con la cabeza y dijo, Seguro, muy seguro, Héctor, no podemos dejar que los dos se vayan.

– Héctor asintió, giró la cabeza hacia Rolando y habló Me dijo que me regañaste, ¿Qué hacemos con esto? – Natalie vio que Héctor había empezado a preguntar a Rolando, y se puso muy nerviosa, temía que se metían en un lío muy serio.

Pero sin saber por qué, cuando Héctor hablaba con Rolando, no parecía enfadado de ninguna manera, sino que era como una charla entre amigos.

Se volvió para mirar a Rolando, porque temía que éste fuera demasiado terco y terminara con ponerse con Héctor.

Entonces se mordió el labio y habló, Yo fui quien te regañó, te pido disculpas, déjanos ir por favor.

– Rolando y Héctor se quedaron estupefactos.

Entonces a Héctor surgió una sonrisa burlona en la cara y Rolando estaba callado por un rato sin saber qué decir.

¡A muchas mujeres les gustas! No defraudes la esperanza de esta chica que te ha ayudado tanto.

– dijo Héctor con una sonrisa.

Rolando miró inmediatamente a Héctor y maldijo, ¡Ya sabe que yo tengo esposa! Parece que tengo que regañarte.

¿Verdad? ¡Héctor, hijo de puta! – Natalie se sonrojó mucho, sentía que Rolando estaba aquí para enemistarse con ella.

Ya había tomado los errores, pero no esperaba que Rolando realmente regañara a Héctor.

Estás loco? ¿Por qué lo regañaste? Ahora es difícil de explicarlo todo.

¿Cómo tengo tan mala suerte de encontrarme con un tonto como tú? ¡Sin duda, has hecho la situación peor!– Natalie casi lloraba mirando desesperada a Rolando.

Rolando la vio así y rio No te preocupes, hoy estaremos bien.

– Hijo de puta, acabas de atreverte a regañar a Héctor con un insulto, ¿Y todavía piensas que estarás bien hoy? ¡Ni pensar! El Gordo dijo con desdén.

Pues pregúntale si se atreve a hacerme algo o no– Rolando habló con una sonrisa.

Héctor, este tipo es demasiado arrogante y no te toma en serio.

Eres una de las personas más poderosas de la ciudad Río, ¿Y cómo podrías tener miedo de un hombre tan tonto? Dale unas lecciones para que le mostraba respecto.

– Héctor lanzó una mirada a Gordo y dijo, Tiene razón, no me atrevo a hacer nada con él.

– El gordo se quedó helada al oír las palabras de Héctor, al igual que Natalie, mientras que Rafael y los demás que sabían la verdad no pudieron evitar reírse.

Héctor, es sólo un cualquier desconocido,¿Por qué le tienes miedo? preguntó el Gordo con la cara llena de confusión.

– Natalie también miró a Héctor y volvió a mirar a Rolando con confusión sin saber por qué.

No podré ganarle, así que por supuesto que tengo miedo.

Héctor respondió con sinceridad.

Natalie miró inmediatamente a Rolando, muy curiosa por saber qué estaba pensando el hombre.

¿Es Rolando tan poderoso? Acaso incluso Héctor dijo que no podía vencerlo.

Héctor volvió a mirar a Gordo y dijo con una expresión de misterio, Te cuento un secreto.

– Un repentino sentimiento de inquietud surgió en el Gordito, y tragó saliva inconscientemente, ¿Qué secreto? – Él es mi jefe y tú te estabas metiendo con él, así que no te dejaré en paz
Olympus Scan
Olympus Scan
Serberus Scalation
Presentado