La mano maloliente [ 1 / 2]


Un taxi se detuvo frente al Hotel Marston, y Trevor se bajó de él.

En el momento en que entró en el vestíbulo, vio a una chica delgada y hermosa que lo estaba saludando.

Era Bessie.

Llevaba un vestido corto blanco, que acentuaba su dulzura.

Se veía como una princesa noble y elegante.

Por eso no era raro que muchos hombres se sintieran atraídos por ella.

A Trevor se le iluminaron los ojos.

Se acercó rápidamente a ella y le entregó el regalo.

"Siento llegar tarde, señorita Taylor.

Por cierto, este es mi regalo de cumpleaños para usted".

Ella sonrió y lo guardó en el bolso sin abrirlo.

El chico se quedó un poco decepcionado.

"¿No lo va a abrir primero?".

"Quiero mantener la sorpresa hasta que vuelva a casa por la noche.

Vamos.

Te voy a llevar a la habitación privada que he reservado".

Bessie le sonrió y lo tomó de la mano.

Cuando el chico entró en el lugar, se dio cuenta de que todos los miembros del equipo de baloncesto estaban presentes, menos Dennis.

"Oh, Trevor, ya has llegado.

¿Has terminado de lavar nuestra ropa?", le dijo Bernard con sorna.

Varios miembros del equipo se rieron.

Bessie frunció el ceño y les dijo: "¡Dejen de pedirle a Trevor que haga eso!".

El equipo guardó silencio e intercambió miradas entre sí.

"Trevor, ven a sentarte aquí".

Él miró en su dirección y se quedó atónito.

En el otro extremo del asiento había una chica, cuya belleza no era en absoluto inferior a la de Bessie.

Balanceaba tranquilamente sus largas piernas en su asiento y las miraba
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