¿Quién nos ayudó? [ 1 / 2]


Al momento que Diego dijo el caso, Juan respondió apresuradamente.

Y Juan, ¿conoces a alguien que se llame Celipe? Tiene como propiedad familiar un restaurante en la calle comercial.

En ese momento, Diego frunció el ceño de repente.

Él no era de las personas malvadas.

Pero, Celipe había planificado para que Germán y Florín le quitaran a Zeltia, y le dejaran en dicha situación de deshonra total.

Diego quería saber de todo corazón, ¿qué pasaría si algún día Celipe y su grupo se quedaran arruinados? ¿Celipe? Sé quien dices, su padre es un subordinado mío, ese restaurante está bajo el nombre de usted.

¿Le ha ofendido? Juan habló cuidando las palabras.

Sé cómo hacerlo, no se preocupe señor Diego .

Juan dijo después de un momento.

… Diego no sabía qué iba a planificar Juan, porque ni siquiera él sabía lo que le estaba pasando a sí mismo.

Fue la primera vez que Diego usó su identidad para presionar a otra persona, aunque le odiaba bastante, pero siguió sintiendo molestias en su corazón tras haberle presionado.

Diego no pensó más, guardó el móvil y salió del baño dirigiéndose al palco del restaurante.

No obstante, dentro de la sala se tomó un grande viraje.

Justo antes, el grupo de Hilda y Blanca estaban llamando por teléfono para contactar con todos los amigos posibles en búsqueda de la solución.

Pero en ese momento, Hernán vino corriendo repentinamente y pidió disculpas de forma solemne inclinándose delante de cada uno.

Claramente, eso significaba que no tenían que pagar por la rotura de la pecera de la buena suerte.

Cuando todos estaban en duda, vieron entrar a Celipe y entendían lo que había pasado.

¿Fuiste tú, Celipe? preguntaron las chicas con sentimiento de adoro.

Incluso Celipe se estaba preguntando de la situación, porque en realidad se había escondido antes.

Pero, cuando vio a Hernán correr de prisa hacia la sala, le siguió y al entrar se encontró con esa situación.

Celipe no dijo que no fue él, solo se rio diciendo que Hernán y su padre eran amigos, que no habría problema.

¡Dios!!Qué fuerte Celipe! ¡Qué guapo Celipe! Las chicas guapas se convirtieron en fans de Celipe.

En ese momento, Hilda miraba a Celipe sintiendo sorpresa y más amor por él.

Al fin y al cabo, se trata de uno de los propietarios de la calle comercial JL.

¡Qué poderoso! pensó Hilda.

Sin embargo, en este momento se abrió la puerta de la sala y entró Diego desde fuera.

¡Anda! ¡Ahora ve que se ha resuelto el caso y vuelve este cobarde! dijeron las chicas mirándole con los ojos agrandados.

Blanca, tengo mucha curiosidad de saber cómo has conocido a alguien así.

dijo Hilda con cara de disgusto.

Se dio cuenta Diego de que Juan ha hecho muy rápido las cosas, cuando Hernán vino corriendo ya se había solucionado el caso.

Claramente tenía que ser eficaz, porque era propiedad propia suya.

No obstante, por las miradas de la gente, Diego sabía que al parecer se trataba de un malentendido, ellas creyeron que se solucionó gracias a Celipe.

¿Aclararlo? Diego consideró que es innecesario explicarlo.

De verdad, opinó que Hilda era bastante guapa, pero ahora ya no tenía nada de interés por ella.

Esta vez, solo vino para hacer el favor a Blanca
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