Patear a los malvados [ 1 / 2]


Tan pronto como salieron las palabras de Rolando, las expresiones de todos los presentes cambiaron.

“Frente a tantas personas regaña al patriarca de la familia Piazzolla, ¡qué valentón es el joven!” Ese tipo está mal en la cabeza y se atreve a ofender al señor Omar.

Me temo que va a terminar jodido, pronto.

Dios míos, no puedo creer que él se atreve a reprender al Patriarca de la familia Piazzolla.

Incluso si no sepa quién es el Patriarca de la familia Piazzolla, debería haber visto su pompa.

No es el rival de la familia Piazzolla.

Parece que este tipo no puede vivir hasta mañana.

Ahora debe arrodillarse y pedir disculpas.

Así tal vez el Patriarca de la familia Piazzolla aún pueda hacer su muerte decente.

Omar miró a Rolando con los ojos medio cerrados.

Luego se rio y dijo: Tú eres el primero que se atreve a hablar conmigo tan arrogante.

Rolando dijo a Omar: ¡Qué estúpido eres! Que no te has dado cuenta de tu error durante tantos años.

Omar no esperaba que este joven lo despreciara como así.

La sonrisa en su rostro despareció instantáneamente y se volvió bastante sombrío.

La niña miró al Rolando con preocupación y dijo: Señor, no te preocupes por mí.

No te metas en este lío.

No podemos enfrentarnos con ellos.

Rolando se sonrió a la niña y la consoló diciendo: No te preocupes, estaré bien.

Si los males hacen algo mal, deben ser castigados.

O no habrá justicia en el mundo.

La niña estaba comprensiva aparentemente mirándolo con los ojos llenos de lágrimas.

Rolando vino aquí solo para conocer al patriarca y el señorito de la familia Piazzolla.

No esperaba que sucediera tal incidente.

Cuando Omar pateó a la niña, Rolando había decidido acabar con esta supuesta familia noble, que no merecía existir en el mundo.

Pasase lo que pasase, esta noche tomaría acciones contra la familia Piazzolla, así que no preocupaba que lo sucedido afectaría a su plan.

Omar bufó con frialdad y dijo: Pareces muy joven, pero hablas como una persona del siglo pasado.

Oye, frente a mí, no hay justicia, o sea, ¡yo soy la ley! Después de que este terminó de hablar, los guardaespaldas se acercaron a Rolando, con mueca de desdén.

Era obvio que despreciaban mucho a este tipo, quien vino a montar líos para su señor.

Señor, huye ahora mismo.

Son tantos,no puedes vencerlos le gritó la niña a Rolando con ansiedad.

Rolando le replicó sonriendo: Abrázame con fuerza.

¡Hoy, te mostraré cómo patear a perros malvados! Tan pronto como cayó la voz, los guardaespaldas ya se lanzaron por él.

Rolando rápidamente levantó la pierna y pateó directamente a uno de ellos que estaba en su frente.

El guardaespaldas no hizo ninguna resistencia y se cayó pesadamente en el suelo.

Al principio, todos había pensado si todos guardaespaldas de Omar lo atacaban, este joven atrevido no podría resistir ni un segundo.

Pero ahora al ver esta escena, todos se quedaron muy estupefactos.

El resto de los guardaespaldas no esperaban que fuera tan fuerte, por eso no se descuidaron más fulminando a Rolando con la mirada vigilante.

Sin embargo, incluso si lo habían tomado en serio, todavía no pudieron aguantar un golpe de Rolando.

La niña abrazó a Rolando con fuerza.

Mirándolo patear a esos hombres, se quedó boquiabierta Junto a Omar, Ariano notó los movimientos de Rolando y se puso muy interesado por este hombre de inmediato.

Como un fanático de pelear, claro podía reconocer la fuerza de Rolando
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