Te voy a enseñar cómo hablar con cortés [ 1 / 2]


¿Tu señorita te pide que venga? Rolando le lanzó una mirada aguda y preguntó.

Ámbar se puso nerviosa.

Vino aquí sólo porque tenía rabia.

Además, no quería perder esta oportunidad de humillar a los demás a sus antojos.

Después de ver que Rolando vivía en tal apartamento, no lo tomó en serio en absoluto.

E intentó darle una lección inolvidable aprovechando la influencia de la familia Cabral.

Ahora todavía no sabía la noticia sobre la donación de Rolando.

¿Qué te importa si me ha pedido mi señorita? Fue el señor Calvimontes quien me mandó venir.

¿Crees que te va a pasar nada después de haber ofendido a nuestra señorita? Ámbar lo amenazó de manera arrogante.

¿Ah, sí? Pues ¿qué quieres? Rolando le preguntó.

Que no quiere volver a verte en la Ciudad H el señor Calvimontes.

Has ofendido a su hija , lo que es una culpa muy grave.

Pero la señorita es tan amable que no va a castigarte.

Ahora tienes que arrodillarte pidiendo las disculpas enfrente de mí, y largarte de la ciudad H.

Así te perdonaré al oír la pregunta de Rolando, se le ocurrió una idea.

Rolando se sorprendió por lo que dijo y frunció el ceño.

“No me podía imaginar que esta chiquita fuera tan arrogante.

Pero sé que lo ha hecho sólo para presumirse.

” pensó Rolando.

Al ver lo que estaba pasando, Kadarina, que estaba en el interior, se complació mucho.

Antes de eso, justamente se enfadaba de Rolando, por eso, naturalmente, le gustaba verlo meterse en un lío.

Entonces, se sentó en el sofá como si estuviera contemplando un espectáculo para verlo pedir disculpa a la chica arrodillándose.

Incluso quería grabarlo con su móvil, así que podría chantajear a Rolando con el vídeo.

Date prisa.

No tengo tanto tiempo para esperarte.

Y si no sabes cómo arrodillarte, ellos pueden ayudarte al verlo quedarse sin reacción, Ámbar perdió la paciencia.

Pues llámalos Rolando no le tenía miedo.

Ámbar no pudo creer que ese hombre fuera tan atrevido que no le hizo caso a su orden.

Se puso más enojada.

Eso es la culpa tuya.

Ahora mira lo que te voy a hacer tiró una mirada de furia y dijo.

Escuchen, denle una lección y luego déjenle arrodillarse a mi frente retrocedió y dio la orden gritando a los hombres a su lado.

Y los hombres no tardaron mucho en acercase a Rolando e intentaron a golpearlo.

Rolando, ¿hasta ahora no me vas a pedir la disculpa? ¿Crees que ya has alcanzado al nivel tan elevado que puedes ofender a la familia Cabral? Te aconsejo seguir la orden.

De lo contrario, terminarás jodido hoy al notar esto, Kadarina lo convenció gritando.

Por supuesto que no iba a hacerle caso, sólo los miró.

De repente uno de ellos agitó el puño e intentó darle un coscorrón.

Para protegerse, levantó la pierna y en seguida, le dio un puntapié.

Realmente este hombre era matón formado especialmente por la familia Cabral.

Pero para Rolando, era fácil vencerlo.

Mirando esta esta escena, Ámbar mostró una risa indolente.

“Si te atreves a enfrentar a los hombres de la familia Cabral, pues anda, vas a sufrir mucho.

” la chica pensó con mucha confianza.

No obstante, justamente dentro de varios segundos se puso asombrada.

Vio que todos chocaron contra la pared por solo un puntapié de Rolando.

Sus puños y puntapiés eran rápidos, precisos y fuertes.

No tardó mucha fuerza en vencer a todos con una serie entera de movimientos y los matones terminaron tendidos en el suelo gimiendo.

Kadarina fijó los ojos bien abiertos en él.

Ya sabía que Rolando era ágil y valiente, pero no creía que se atreviera a pegar a los hombres de la familia Cabral.

“Ahora la enemistad entre Rolando y la familia Cabral se ha producido.

” pensó.

¿Cómo te atreves a golpearlos? Son de la familia Cabral.

¿Te estás cavando tu tumba o qué? Pídeme la disculpa arrodillándose ahora mismo, de lo contrario, no te va a dejar la familia Cabral Ámbar lo miró con mucha nerviosidad.

Pero ¿no puedo resistirme contra los golpes de vosotros pero a mí podéis darme golpes? Eres una tiránica Rolando la refutó con indolencia.

Estamos privilegiados en la Ciudad H.

¿Y qué si te pegamos? Eres solo un mendigo para mí.

¿Cómo puedes pegarlos? Ámbar lo humilló.

Al oír esto, frunció las cejas y se dirigió hacia ella.

Luego levantó la mano y le dio una bofetada en la cara.

Sólo eres una sirvienta de la familia Cabral, ¿cómo puedes hablarme de esta manera? Pensaba darle una enseñanza porque esta chica acompañaba a Brenda, nada más.

Pero se había comportado demasiado arrogante, lo que causó mucha molestia a Rolando.

Temía que esta le traería problemas a Brenda, por eso intentó darle una lección inolvidable para que se diera cuenta de su error.

Ámbar se cubrió la cara
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