En esta vida, nunca nos volveremos a ver. [ 1 / 2]


En la Reuni�n Marcial Taishan, aunque Li Xiaohong lo hab�a visto, Ye Fan hab�a matado a Wu He Rong solo.

Sin embargo, en ese momento, Ye Fan s�lo se enfrentaba a una persona despu�s de todo.

Aunque Li Xiaohong no sab�a nada de lucha, sab�a que dos pu�os no pod�an derrotar a cuatro manos.

Ahora que Wei Wuji hab�a tra�do a tanta gente, en opini�n de Li Xiaohong, aunque Ye Fan fuera poderoso, nunca ser�a capaz de derrotar a tanta gente �l solo.

Lo que es m�s, la espalda de Wei Wuji era la familia Wei, aunque no era tan buena como la familia Xu o la familia Xue, tales gigantes mundanos, era definitivamente unos cuantos pelda�os por encima de la familia Li en Yunzhou.

Ahora que Wei Wuji quer�a tratar con Ye Fan, Li Xiaohong estaba naturalmente preocupado por la seguridad de Ye Fan.

"�Salvarle?" "�Por qu� deber�a salvarle?" "Xiaohong, el coraz�n de tu amigo es m�s alto que el cielo.

" "No es como si no hubieras o�do lo que acaba de decir.

" "Ni siquiera puede mirar a tu padre, diciendo que no estoy cualificado y que no puedo entrar en sus ojos.

" "Si es tan bravuc�n, entonces deber�a ir y resolverlo �l mismo.

" "�D�nde est� la necesidad de nosotros?" "Adem�s, este mocoso no sabe lo que hace y est� dando verg�enza, as� que �por qu� deber�a importarnos si vive o muere?".

Obviamente, Li Lubin segu�a enfadada con Ye Fan por lo que acababa de ocurrir.

Por eso, por mucho que Li Xiaohong le rogara, Li Lubin siempre le ignoraba y simplemente no le importaba.

Al final, Li Xiaohong no tuvo m�s remedio que mirar a Ye Fan delante de ella con cara triste, con el coraz�n lleno de culpa.

Siempre hab�a sentido que ellos hab�an causado la muerte de Ye Fan.

Si su propio padre no hubiera identificado a Ye Fan, la situaci�n de �ste no habr�a sido tan peligrosa e insoportable.

Al final, despu�s de que Li Xiaohong se sintiera culpable, se mordi� los labios rojos con sus dientes de concha y estaba a punto de caminar directamente hacia la direcci�n de Ye Fan.

"Xiaohong, �est�s loco? �Qu� vas a hacer?" Cuando Li Lubin vio esto, inmediatamente se puso ansioso y pregunt� con ansiedad.

Sin embargo, los ojos de Li Xiaohong estaban rojos y rugi� enfadado: "No me hagas caso".

"Fue mi padre quien hizo da�o a mi amigo, y si no le ayudas, ir� y te ayudar� a perdonarle".

Li Xiaohong no escuch� ning�n consejo y se sacudi� el brazo de Li Lubin con fuerza, pareciendo que estaba realmente dispuesta a ir y ponerse al lado de Ye Fan.

"Ai" "Realmente no puedo discutir contigo".

"Es s�lo eso, consider�moslo como la �ltima vez que nuestra familia le ayuda".

"Pero Xiaohong, tienes que prometerme que si le ayudo en esto hoy, no debes tener m�s tratos con �l en el futuro.

" "De lo contrario, �no le salvar� hoy aunque se arrodille ante m� y me lo suplique!".

Li Lubin parec�a severo mientras hablaba con voz grave a Li Xiaohong.

Las palabras en voz baja estaban llenas de una majestuosidad incuestionable.

En ese momento, Li Xiaohong contuvo las l�grimas y, con los ojos enrojecidos, asinti� pesadamente a su padre: "S�, te lo prometo".

Nadie sab�a cu�nto le escoc�a el coraz�n a Li Xiaohong mientras dec�a esas palabras.

No esperaba que el latido inicial de su vida acabara de esta manera antes incluso de que hubiera empezado.

Sin embargo, mientras pudiera ayudarle, estaba dispuesta a pagar cualquier precio.

Incluso si nunca volv�a a ver a Ye Fan en esta vida, ella todav�a esperaba que �l estuviera bien y no sufriera ning�n da�o.

Zhang Eiling dijo una vez que si te gusta alguien, te humillar�s hasta el polvo y luego florecer�s.

Quiz�s este era el caso de Li Xiaohong.

Ella no ped�a nada a cambio, s�lo quer�a, en silencio, hacer bien a esa persona.

"�Bien, Xiaohong, recuerda la promesa que me hiciste hoy!" Li Lubin le devolvi� una buena palabra, luego se levant� y camin� hacia el frente.

En ese momento, Ye Fan segu�a sentado all�, y la rega�ina a su alrededor era como si no la hubiera o�do.

Desde el principio hasta el final, Ye Fan permaneci� sentado as�, bebiendo tranquilamente su t�, y en su rostro limpio no hab�a ni alegr�a ni pena.

"Un pueblerino, realmente puedes fingir, �verdad?".

"�Est�s al borde de la muerte, y todav�a finges estar tranquilo aqu�!".

"�Por qu� no te vas al infierno?" "�Te doy tres segundos, si no vienes aqu�, har� que mis hombres te lleven con las piernas rotas!"
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