chocante a la vista [ 2 / 2]


Hace un momento, despu�s de que Ye Fan recibiera una llamada, se apresur� a llegar a la villa de los suburbios del este.

Abri� la puerta de la habitaci�n, s�lo para ver a un hombre con traje, tumbado en el sof�.

Unos jadeos �speros no dejaban de resonar.

En el traje roto, hab�a sangre roja, que no pod�a dejar de salir.

En su cuerpo originalmente monta�oso, �hab�a innumerables y horribles marcas de cuchilladas! "Joven.

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Joven Maestro" Cuando vio llegar a Ye Fan, el hombre pudo soportar el fuerte dolor, apret� los dientes y se levant�, a punto de saludar a Ye Fan, pero fue detenido por Ye Fan.

"Est�s herido, t�mbate primero".

"Te ayudar� a mirar tus heridas".

Dijo Ye Fan con voz profunda.

"Mm.

" El hombre murmur�, y se tumb� del sof�.

Ye Fan se puso en cuclillas y ayud� al hombre a limpiar sus heridas mientras no hac�a m�s que observar las heridas de su cuerpo.

Poco a poco, la expresi�n de Ye Fan se fue haciendo cada vez m�s grave.

Entre sus cejas, ya hab�a una frialdad glacial, �y una intenci�n asesina! �Hab�a setenta y setenta y nueve pu�aladas! �Las cuchilladas eran feroces! Cada cuchillada apuntaba directamente a los �rganos vitales.

Si no fuera por el entrenamiento de Copper Mountain en kung fu horizontal, su vitalidad habr�a superado con creces la de la gente corriente.

De lo contrario, este viejo amigo, que hab�a estado con �l durante diez a�os y le hab�a protegido durante diez a�os, �no habr�a sido capaz de volver esta vez! Boom Mirando las impactantes heridas del cuerpo de Tong Shan, la palma de la mano de Ye Fan se cerr� con fuerza, y entonces, con un bang, se estrell� contra el suelo.

En la villa, sobre el suelo de m�rmol, �apareci� inmediatamente una espantosa marca de pu�o! "Joven amo, yo.

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estoy bien.

" Viendo a Ye Fan con esa cara, Monta�a de Cobre forz� una sonrisa.

Esa voz moribunda era tan d�bil como pod�a ser.

"�Est� bien?" "�Est�s casi muerto, y sigues diciendo que est� jodidamente bien!".

Ye Fan estaba furioso y maldijo al hombre que ten�a delante.

"�Eres est�pido?" "�No puedes luchar y seguir luchando duro?" "��Est�s buscando la muerte?!" Ante la ira de Ye Fan, Monta�a de Cobre agach� la cabeza y no dijo nada.

Ese hombre de dos metros de altura estaba siendo sermoneado como un ni�o delante de Ye Fan en este momento.

Y entonces, Ye Fan cogi� su tel�fono m�vil y llam� a Han Lao.

"Joven amo, �me est� buscando?".

Al otro lado del tel�fono, lleg� la respetuosa voz de Han Lao.

"�Todav�a tienes la puta cara de llamarme se�orito?".

"�C�mo manejaste el asunto en Yanjing?" "�Enviando gente al azar sin investigar claramente al oponente?" "�Sabes que Tong Shan recibi� setenta y siete o cuarenta y nueve pu�aladas y casi muere all�!" "Yo no te di el derecho de enviar a la gente a la muerte.

" "Si no puedes hacerlo, dilo, enr�llate y sal inmediatamente".

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Cuando Ye Fan descolg� el tel�fono, maldijo a Han Lao, su voz airada reson� incontrolablemente en la villa.

S�lo despu�s de que Ye Fan terminara de maldecir, los susurros culpables de Han Lao llegaron a trav�s del tel�fono: "Se�orito, lo siento, ha sido culpa m�a".

"De acuerdo, hablemos del resto m�s tarde, c�mprame un billete, ir� a Yanjing personalmente".

"Me gustar�a ver, �qui�n es la otra parte?" "Incluso la gente de mi Chu Tianfan, �se atreven a moverse?" Ye Fan habl� morosamente, dentro de sus ligeras palabras, pero todo, �la intenci�n asesina era rampante!
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