La carta de Samuel [ 1 / 2]


En el patio, Rolando respiró profundamente, tenía una sensación emocionante, no esperaba que todas las cosas y las personas pudieran cambiar tanto cuando volvió a la familia Laguna.

Hasta Sucel se convirtió en una persona muy vulgar, nos podíamos dar cuenta de lo difícil que era de mantener de cómo éramos desde el principio sin cambiar en esta asquerosa sociedad.

Y la razón de por qué Rolando estaba con Brenda era precisamente por la capacidad que tenía, incluso si fuera algo que le tentaba mucho, ella nunca se desviaba de su camino, ella presentaba muchas deficiencias, pero eso a Rolando no le importaba, se apasionaba tanto por su insistencia, de que ella nunca cambiaba su propósito original por los demás, siempre creía en sí misma.

Eso era lo más importante.

-¿A que aún no has comido después de bajarte del avión? ¿Tienes hambre?- una voz sonó detrás de la espalda de Rolando.

Rolando se dio la vuelta, vio a Mónica a su espalda y no se dio cuenta de que estaba allí.

Si Mónica no dijera nada, Rolando no se habría dado cuenta de que él mismo tenía hambre, pero como lo había mencionado, le había venido el hambre de repente.

Mónica vio la respuesta a través de su expresión facial, -Tu madre ya tenía preparada una comida deliciosa, pero como volviste hace rato, ya sabes cómo está la situación de la familia Laguna, ¿no?, ya es hora de visitar a tu madre.

- dijo Mónica sonriendo.

Rolando tomó un profundo respiro, tampoco estuvo dudando más, diciendo, -Llévame hasta ahí.

- Mónica llevó a Rolando hasta el fondo del patio y poco después llegaron hasta la casa donde vivía Vainilla sola.

Mónica entró con Rolando a una habitación, Rolando observó que la decoración no había mucha diferencia comparada con cómo estaba cuando era pequeño aún y notó un sentimiento familiar.

En el centro del cuarto había una mesa con muchos platos encima.

Y en la cama del lado, estaba Vainilla tumbando enferma, cuando vio a Rolando entrar, se levantó inmediatamente acompañada de una fuerte tos.

-Rolando, ¿eres tú? mi Rolando, por fin puedo volver a verte.

-Vainilla estaba mirando a Rolando con lágrimas en sus ojos, si hubiera alguien viendo su actuación, seguro que se podría ganar un premio Óscar .

Rolando la miraba con tranquilidad, ya no tenía nada especial por Vainilla después de lo que pasó.

Por mucho que hiciese ahora ya no serviría nada para Rolando.

-La causa por la que vuelvo esta vez es por la carta que dejó mi padre, no hace falta que estés actuando aquí, dame la carta y ya me voy.

- le respondió Rolando.

Vainilla miró a Rolando con remordimiento y le explicó, -Rolando, sé que lo hice muy mal, ¿me podrías perdonar por favor? Ya has visto la situación en la que estoy ahora, no voy a poder gestionar mucho tiempo más los asuntos de la familia Laguna, te necesitamos, quédate, y te encargas del negocio de la familia Laguna.

- -Aunque no lo acepte, la familia Laguna va a avanzar adelante igualmente, además hay muchos otros más que quieren encargarse de este puesto del negocio, no hace falta ni que lo acepte.

Y tú tienes una hermana, aunque murieras, ella podría seguir tu camino.

- Rolando le ojeó a Mónica.

Vainilla mordió sus labios y se cayó al suelo desde la cama, dio unos pasos tambaleantes y se dirigió hacia Rolando, y volvió a caerse al suelo.

copy right hot novel pub Antes, cuando Rolando vio que se iba a caer, quería ayudarla, pero al final no se movió.

Mónica se dio cuenta de que se iba a caer, cogió a Vainilla rápidamente y preguntó a Rolando frunciendo el ceño, -¿Por qué no ayudas a tu madre, y la dejas caer en el suelo? Rolando movió sus labios, pero no dijo nada, lo que dijo Mónica le pareció correcto, debería ayudar a su madre.

Solo que en ese año, Vainilla le traba muy mal, por eso Ronaldo se había convertido tan indiferente.

-No digas eso a Rolando, después de todo, toda la culpa la tenía yo, lo hice muy mal, es normal que me odia, y para hacer desaparecer ese rencor que tiene por mí es muy difícil, no le puedo culpar.

-habló Vainilla después de levantarse difícilmente.

-No deberías dejar que una persona tan insensible vuelva.

- manifestó Mónica furiosamente.

-No pasa nada, me queda ya poco tiempo de vida, lo único y último que quería era que él y yo nos reuniésemos por última vez, me tranquilizo solo con verlo.

Lo único que no ha podido salir bien es que no le pueda dar mi indemnización cuando sigo viva, quiero que me perdone por eso.

- dijo Vainilla y empezó a llorar.

Y Mónica también le estaba mirando con lágrimas, y en sus ojos se notaba que ella sentía que la culpa la tenía Rolando
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