No es un lugar donde podéis hacer lo que os da la gana [ 1 / 2]


-No hay problema, por favor venga conmigo a la sala VIP.

- le dijo el gerente respetuosamente a Brenda.

El gerente de recepción miró atónito esa escena, no esperaba que su gerente general dijera que le prestarían dinero a Brenda sin importar el importe.

-Señor gerente, la situación reciente de su empresa no es nada buena, quiere reconsiderarlo.

.

.

- dijo el gerente de recepción.

El gerente lo fulminó con la mirada de inmediato y dijo, -Si te atreves a decir esto en el futuro, te enviaré de regreso para que trabajes de cajero por algunos años más.

La señorita Brenda es una cliente importante de nuestro banco.

De ahora en adelante, si viene a nuestro banco para alguna operación, siempre la tienes que llevar a la sala VIP, ¿me has entendido?- Cuando el gerente de recepción escuchó eso, asintió asustado y dijo, -Sí, sí.

- Román miró al gerente con cara de perplejidad y dijo, -Su empresa está a punto de quebrarse.

Si le das un préstamo ahora, me temo que ni siquiera podrás recuperar el capital inicial para entonces.

- -Señor, la señorita Brenda es una cliente importante de nuestra empresa.

Aunque haya riesgo, nuestro banco también le dará un préstamo.

Por favor, no sea alarmista aquí.

- le advirtió el gerente a Román con indiferencia.

-¿Por qué? ¿Cómo se ha convertido en una cliente importante de su banco?- preguntó nuevamente Román.

-No podemos revelar esa información, por favor no esté aquí molestando a la señorita Brenda a solicitar el préstamo.

- el gerente apartó a Román directamente y caminó hacia la sala VIP con Brenda.

Brenda se volvió para mirar a Román y le dijo sonriendo, -No tengo que suplicarte para seguir desarrollando la empresa.

Lo siento, pero tu sueño bonito se ha hecho añicos otra vez.

- Román inmediatamente apretó los puños y los dientes para fulminar la espalda de Brenda, el resentimiento en su interior había llegado a la cima.

-No te lo tengas tan creído.

Aunque no puedo regresar a la empresa, todavía tengo mucho dinero en mis manos.

Este dinero es suficiente para que viva una vida feliz, ¡no tengo que preocuparme por nada!- Román maldijo y luego salió del banco.

Caminando por la calle, Román sintió un estallido de ira al pensar en lo que Brenda le había dicho antes en el banco.

En ese momento, sonó su celular, lo sacó, echó un vistazo y descubrió que era un mensaje de texto del banco.

-Su cuenta bancaria ha sido bloqueada porque corre de peligros ocultos.

- Román se quedó atónito por un momento, estaba más que boquiabierto.

-¡Joder! ¡¿Quién diablos ha bloqueado mi cuenta bancaria?!- En ese momento, un par de hombres con uniformes policiales se acercaron a Román y de inmediato lo rodearon.

Román miró a esas personas con nerviosismo y dijo vacilante, -¿Quién.

.

.

? ¿Quién sois? ¿Qué queréis?- La persona que dirigía al equipo se acercó a Román, le mostró su carné de identidad de policía y le dijo, -Hemos recibido una denuncia que confirma que te has apropiado indebidamente de la propiedad de la empresa de otras personas sin autorización.

Tienes que pasarte por la comisaría con nosotros.

- Esas personas no le dieron la oportunidad de explicarse a Román, directamente lo atraparon y lo metieron en un automóvil al costado de la carretera.

Román se resistió por un tiempo, pero él no era capaz de derribar a esas personas.

En cambio, como vieron que se resistía, directamente lo detuvieron a fuerzas.

Entonces un grupo de personas presionó a Román en la cubierta del auto y lo golpeó violentamente.

En nada, Román se quedó obediente.

-Brenda, todo esto es tu culpa, espera y verás, ¡no te dejaré en paz!- gritó Román enojado.

Sin embargo, Brenda no sabía lo que le pasó ahora, e incluso si lo supiera, tampoco sentiría pena por él.

En el aeropuerto de la Ciudad Río.

Rolando y Brenda entraron juntos al aeropuerto.

Hoy era el día que Rolando iba a regresar a la Ciudad Jing.

Brenda sentía pena de separarse con Rolando, por eso vino al aeropuerto a despedirse de su esposo.

Rolando había acabado con todos los peligros ocultos alrededor de Brenda.

En un período corto de tiempo, no debería haber nadie que podría amenazar a Brenda.

También ordenó a Hector y Alberto que, durante su ausencia en la Ciudad Río, mantuviera la seguridad de Brenda.

-Acompáñame hasta aquí y ya, tengo que entrar.

No te preocupes, volveré enseguida cuando termine de lidiar el asunto de allá.

- dijo Rolando.

Brenda asintió con los ojos todavía llenos de lástima, luego vaciló y dio un paso hacia adelante, abrazó directamente el cuello de Rolando y lo besó.

Rolando se sobresaltó por el inesperado beso, tardó varios segundos antes de reaccionar, luego abrazó la cintura de Brenda y la besó apasionadamente.

La gente de alrededor vio esa escena con envidia.

copy right hot novel pub Por supuesto, también había algunos solteros que se quejaban de que habían venido a mostrar afecto en público al aeropuerto.

Después de mucho tiempo, Rolando soltó a Brenda con lástima, tenía el rostro lleno de satisfacción.

Brenda se inclinó hacia las orejas de Rolando y dijo con la cara ruborizada, -Cuando vuelvas, creo que podemos tener un bebé.

- El cuerpo de Rolando de repente se puso rígido y se sintió como si estuviera en sueños.

Brenda le dijo que podrían tener un bebé cuando regresara.

Eso sin duda fue una gran tentación para Rolando.

Parecía que tenía que resolver el asunto de la Ciudad Jing lo antes posible, mientras consiguiera la carta que le dejó su padre, inmediatamente regresaría a la Ciudad Río.

Finalmente, Rolando entró al interior del aeropuerto y Brenda se quedó mirando desde afuera por un largo rato antes de irse.

En la sala de espera, Rolando se sentó en un asiento para esperar a que le chequearan el billete.

En ese momento, una chica se acercó y se sentó frente a Rolando.

La chica se veía muy dulce con una buena figura, llevaba una falda plisada revelando dos piernas hermosas y largas.

La chica se llamaba Olivia Madurez y era de la Ciudad Jing.

Esa vez vino a la Ciudad Río de viaje.

Hoy tenía el billete de regresar a la Ciudad Jing.

Parecía que iba en el mismo avión que Rolando.

Rolando echó un vistazo a esta Olivia.

Al ver que tenía una bolsa de patatas fritas en la mano, Rolando recordó que aún no había almorzado y tenía un poco de hambre.

Cuando Olivia vio que Rolando la miraba, le puso los ojos en blanco y le dijo, -¿Qué estás mirando? ¿No has visto a una mujer hermosa en tu vida, asqueroso plebeyo?- Rolando sonrió y no se enojó.

No le importaba si Olivia era una mujer hermosa o no, pero tenía muchas ganas de comer las patatas fritas que tenía en las manos.

Al ver que Rolando no respondió, Olivia tomó la iniciativa de ir a sentarse junto a Rolando, luego le entregó las patatas fritas que tenía en su mano a Rolando y le dijo, -Bueno, veo que no tramas nada malo, ¿tienes hambre? Toma, puedes comer de esto.

No pienses que me intereso por ti.

Solo me has dado lástima.

Pareces un hombre pobre con tu ropa.

No me interesas en absoluto.

- Rolando tampoco lo negó, sacó dos patatas de su bolsa de patatas fritas y se las metió en la boca.

-¿Eres de la Ciudad Río?- preguntó Olivia
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