Yendo a buscar a Diego Rodríguez [ 1 / 2]


Niceto supo que Diego era una persona muy sincera.

Incluso vanidosa.

Pero no era de los que esperaban a que la gente se fuera para después llamarlos y engañarles, era un buen compañero de dormitorio.

¿Acaso nadie entendía lo que sucedía? ¿Diego realmente iba a permitir que todos fueran a la Finca Fuente? ¡No puede ser! Después de escuchar las preguntas de Niceto, Diego solo sonrió.

Ya sabían lo que significaba.

Caballeros, disculpen, ¿quieren ordenar algo más? En ese momento, una camarera del restaurante se acercó y les preguntó cortésmente.

Aunque educada, no pudo ocultar el pequeño desprecio que había en su corazón.

Ella naturalmente sabía quiénes eran ellos.

Había visto lo que acababa de pasar, sabiendo que aquellas chicas hermosas se habían ido con los dos jóvenes ricos.

Al mismo tiempo, otras personas que cenaban en el vestíbulo miraron a Diego y Niceto, mientras reían.

Era muy vergonzoso que te roben a la novia en público.

Por eso, la camarera se acercó a preguntarles si aún iban a comer, ¡si no podrían ir a recepción a pagar! Ya terminamos, ponga el resto para llevar iremos a la Finca Fuente a comer.

¿Cómo es que Diego no ver el desprecio en sus ojos? Al ver lo que le paso a Niceto, quien querría comer allí.

Pero la mesa estaba llena de platillos, era una lástima.

La camarera y resto de las personas que escucharon a Diego, empezaron a reír.

Hido de puta, ¿acaso es un estúpido? ¿Qué clase de persona? ¿Pide la comida para llevar y va a cenar a la Finca Fuente? ¿No sabe que un plato de la Finca Fuente estará en su mesa? Jaja… Invitaron a unas hermosas chicas y terminaron yéndose con otros, están aquí buscando un sentido de pertinencia, ahora los estudiantes universitarios, no tienen sentido de la vergüenza.

Toda la gente alrededor se burlaba en voz baja.

Niceto no pudo evitar que se rascaran los cabezas extrañados, ellos solo inclinaron la cabeza y no se atrevieron a decir nada.

Aquella camarera puso los ojos en blanco, y viendo a Diego, En ese caso caballeros, ¿Quién va a pagar la cuenta? Yo lo hare.

Respondió Niceto.

Esta cena, costó más de 800 euros.

Esto representaba los gastos de medio mes de Niceto.

Diego tomó algunas bolsas de plástico y guardo la comida.

Ante las burlas de los demás, ¡él hizo oídos sordos! Oh oh oh.

En ese momento tres coches de lujo pasaron por la entrada.

Se estacionaron en la puerta del restaurante.

¡Woow tres RollsRoyce! Rayos, de quien serán, es impresionante, solo uno de ellos vale más de 10 millones.

Impresionante no solo es el auto, ¡miren la matricula! La matrícula de los tres RollsRoyce empezaban con 689 y era seguida por otros cinco números.

¡Solo ese ese número vale dos millones por placa! Por un momento, toda la gente que comía en el vestíbulo se quedó mirando hacia afuera.

Incluso la camera se quedó estupefacta.

Si el dueño del auto quiere venir a cenar, ¿tendría que recibir mejor de las atenciones? Se arregló la ropa rápidamente y luego corrió hacia la puerta.

Para ver si alguien entraba al restaurante.

Del coche descendieron tres personas.

Estas tres personas, llevaban un traje negro, gafas oscuras y un auricular en el oído.

Como los guardaespaldas de alguna superestrella.

Daban impresión muy fuerte y solemne.

Caballeros, disculpen ustedes… La camarera se apresuró a recibirlos.

Aquellos tres hombres, sin mirar para otro lado, se dirigieron directamente donde estaba Diego guardando la comida.

¡Señor Diego! Los tres hicieron una reverencia y lo saludaron respetuosamente
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