Se profundizó el malentendido [ 1 / 2]


Martín sintió la mirada que Rolando Laguna le lanzó, y sus dos piernas se ablandaron a la vez.

Aquella invisible presión le dejó un poco sin aliento, y las gotas de sudor le descendían por la cabeza.

Todos se fijaban a los dos hombres, a Rolando Laguna y a Martín.

Ninguno de ellos se atrevió a emitir ningún sonido.

Sólo el que tenía la pierna rota seguía lamentándose.

Por fin Martín como no pudo soportar la presión que Rolando le dio, respiró profundamente, se dio la vuelta y volvió a donde estaba sentado.

Se sentó en el asiento, sin ningún ánimo.

Abogado, dame el contrato de transferencia.

Martín dijo sin aliento.

Si su padre supiera que había perdido la fábrica más rentable de su familia, seguro que le rompería las piernas, pero si no firmara este contrato ahora, posiblemente ahora Rolando Laguna rompería sus piernas.

Después de firmar el contrato, Martín estaba como si hubiera muerto, con mucha frustración.

De repente, se arrepintió de haber venido a jugar con Firmín Salazar hoy.

Sin embargo, no había medicina de arrepentimiento en este mundo, y no sirvió para nada arrepentirse.

He firmado el contrato, después esta Fábrica de Materiales de Construcción de Río es tuya, ¿ahora puedo irme? Martín echó un vistazo a Rolando.

Sólo has firmado el contrato.

¿Dónde están los quinientos mil euros que prometiste? Rolando dijo.

Inmediatamente Martín abrió sus ojos desmesuradamente y dijo, Te he dado toda la fábrica, ¿incluso quieres quinientos mil euros? Lo siento, la fábrica es tu apuesta conmigo, mientras que quinientos mil euros son tu apuesta con Firmín, las dos apuestas son diferentes.

Si no puedes entregar quinientos mil euros, todavía no puede salir hoy.

Rolando dijo.

Martín incluso quería morirse.

No pensaba que Rolando fuera tan despiadado que no solo quería su fábrica sino también sus quinientos mil euros.

Firmín miró a Martín sonriendo, quien siempre se había enfrentado a él.

Los dos, que tenían similares condiciones familiares, seguían luchando desde hacía muchos años.

Pero no hubo un ganador.

No esperaba que Rolando Laguna podía conseguir la fábrica mejor de su familia en sola una noche.

Además, Martín se vio obligado a darle quinientos mil euros.

Ciertamente,el que tenía la Tarjeta Negra del Banco Mundial no era cualquiera persona.

Esta vez, el hecho de que él jugó con Rolando juntos en el mismo partido podía mejorar las relaciones entre ellos.

Sabía si mantuviera buenas relaciones con Rolando, sería definitivamente gran beneficio para el desarrollo de su familia.

Martín echó un vistazo al hombre que estaba revolcándose por el suelo, crujió los dientes, giró la cabeza a mirar a los de su propio equipo y les dijo, Perdimos el partido juntos, por eso entrega cada uno un cien mil euros.

Ellos expresaron inmediatamente el disgusto, pero aunque Martín había perdido la fábrica que generaba más beneficio para su familia, no era uno a quien podía irritar.

Cien mil no era una cantidad pequeña para ellos, pero todos podían reunirlo finalmente.

Por supuesto, tenían que ser dispuestos a recibir golpes al regresar a casa.

Ellos no tardaron mucho en recoger dinero de quinientos mil euros.

Rolando le dijo a Martín que transfiriera todo el dinero a Firmín.

Firmín se sintió avergonzado al principio, pero al pensar que Rolando Laguna era el titular de la Tarjeta Negra del Banco Mundial, quinientos mil euros no eran ni siquiera dinero de bolsillo para él, así que lo recibió.

Sólo después de recibir el dinero, Rolando Laguna dejó a Martín irse.

Ellos se marcharon a desbandada del Club de Mar.

Firmín sintió alivio al ver todo eso.

Cuñado, ¿acaso no puedo compartir esos quinientos mil euros? Fue yo que te ayudé a lograr la victoria del partido.

Iván miró a Rolandoalegremente.

Rolando sonrió y le dijo, Si no le cuentas a tu prima lo que ha pasado hoy, mi parte también será tuya.

Iván palmeó inmediatamente su pecho y dijo con seguridad, No te preocupes, Rolando.

Prometo no contarle a nadie este asunto.

Rolando Laguna asintió y dejó a Firmín dar su parte a Iván.

Aunque Iván le había dado muchas molestias desde que llegó aquí, era primo de Brenda, por eso estaba más indulgente con él.

Por encima de todo, Rolando quería tapar la boca de Iván con dinero.

Así que no revelaría lo que ha pasado hoy.

Mientras Firmín distribuía el dinero a todos, Rolando recibió un mensaje de Hector Sánchez, diciendo que había algún “problema” en el Cluba de Estrellas y pidiéndole ir a tratarlo.

Le preguntó a Hector de qué se trataba el problema, pero le dijo que lo sabría cuando llegara.

Rolando Laguna se sintió un poco extraño.

No sabía por qué Hector no quería decirle todo.

Rgresa solo.

Tengo algo que hacer en el Club de Estrellas.

Rolando Laguna dijo a Iván.

Iván dijo inmediatamente, Voy contigo.

Regresa sin provocar más molestias.

Recuerda, no cuentes a nadie lo que ha pasado hoy.

Si no, te haré sentir mis puños.

Rolando dijo.

Iván se apresuró a hablar, sonriendo, No te preocupes cuñado, ahora estoy de tu lado.

Eres tan poderoso, ¿cómo me atrevo a desobedecerte? Rolando asintió y se dio la vuelta para salir afuera.

Firmín le siguió inmediatamente y dijo, Señor Rolando, ¿voy a mandar a alguien a llevarte al Club? No hace falta, el Club de Estrellas no está tan lejos de aquí, puedo ir en bicicleta compartida.

Rolando respondió.

Como Rolando le había rechazado, Firmín Salazar no pudo decir nada más.

Todos los del Club salieron para despedir a Rolando.

Ahora todos adoraban a él y querían establecer algún tipo de relación con él.

Lamentablemente, Rolando no quería hacerles caso mientra ellos tampoco se atrevían a tomar más iniciativa para acercarle.

Rolando salió del Club de Mar, se dirigió directamente al borde de la calle y alquiló una bicicleta compartida.

Los otros miraron a Rolando marchándose.

Nadie creía que fuera vergonzoso que Rolando montara en una bicicleta compartida.

Después de todo, era el que tenía la Tarjeta Negra del Banco Mundial.

A Firmín solo le parecía incomprensible por qué Rolando Laguna seguía con un perfil tan bajo cuando ya era tan rico, saliendo y montando en una bicicleta compartida
Olympus Scan
Olympus Scan
Serberus Scalation
Presentado