No lo veo así [ 1 / 2]


Al día siguiente, Brenda Galán fue a trabajar y acabó de llegar a la oficina, la avisaron que Jorge le daría unos días de descanso porque creía que estaba cansada por el trabajo últimamente.

Brenda comprendió de inmediato lo que quería hacer, por lo visto Jorge realmente decidió retirarla del proyecto.

Sin otro remedio, Brenda tuvo que salir de la compañía y volver a casa.

De todo modo, de veras se sentía cansada estos días, por eso sería mejor descansar un poco.

Pero cuando llegó a casa, no encontró a Rolando Laguna ni sabía para qué se fue.

Tenía la intención de quejarse, pero resultó que a nadie podía hablar.

Al ver a Brenda regresar de repente, Regina Molina le preguntó con la cara llena de duda, Pero hija, ¿qué haces aquí? ¿No necesitas trabajar hoy? Brenda dio un suspiró y dijo, El abuelo dice que estoy demasiado ocupada recientemente, y me deja descansar unos días.

Veo que reemplazarán muy pronto al encargador de este proyecto.

Regina se demudó visiblemente la cara y dijo, ¿Es por lo que pasó ayer? ¡El maldito Rolando Laguna, que hizo a mi hija perder el trabajo! Mamá, ayer no lo dijiste así.

Si él hubiera entregado el coche y la villa ayer, lo culparías por eso.

dijo Brenda con el ceño fruncido.

Pero Regina no se dio cuenta de su problema y dijo, Hija, si tu abuelo realmente te quita el trabajo, debes pedir a Rolando que te transfiera el título de propieded de la villa.

De lo contrario, perdamos el control de la casa y tengamos obedecer sus deseos.

Brenda no le quería hacer caso.

Al oír lo que dijo, se volvió a su dormitorio directamente.

En la puerta de la Sucursal del Grupo Sol.

Vinieron Román Galán y Jorge Galán, mirando el edificio espectacularmente, los dos estaban llenos de envidias.

Solamente una Sucursal ya tiene una magnitud mucho mayor que la nuestra, ¡es imposible que alcancemos el Grupo Sol! exclamó Jorge.

No diga eso, abuelo, solo es que no nos ha llegado la oportunidad adecuada.

Después de ser responsable de este proyecto, ¡llevaré a la Familia Galán a la gloria! dijo Román ambiciosamente.

Jorge asintió con la cabeza, y los dos se dirigieron juntos hacia el edificio.

Román encontró la recepcionista y le dijo que vinieron a visitar al director general.

Se cambió el director general cuando Alex Benitez fue degradado.

Sin embargo, Alberto Franco creía que le sería útil esta sucursal si Rolando Laguna todavía estaba aquí, por lo que decidió encargarse en persona la gestión de la empresa.

Es decir, el director general de la sucursal es el mismo Alex Benitez.

No está el director ahora, pero nuestro presidente sí está en la oficina.

Puedo avisarle si quiere.

dijo el recepcionista.

Se iluminaron los ojos porque Román no había pensado que estaba aquí el presidente del Grupo Sol.

Sería mejor si pudieran verlo.

Sí, sí, por favor.

dijo Ramón sonriendo.

Después de enterarse del nombre y la intención de la visita, la recepcionista se dirigió a la oficina.

Con la cara llena de sonrisa, Román le dijo a Jorge, Abuelo, el presidente del Grupo Sol está aquí, puede que podamos verlo hoy.

Asintió con la cabeza y tocó la barba con la mano, Jorge creía que gozaba de cierto prestigio en Ciudad Río e incluso el presidente del Grupo Sol debería recibirlo.

En la oficina, Rolando Laguna se sentaba en el sillón, y Alberto Franco estaba en pie a su lado respetuosamente.

No te preocupes, Rolando, si la Familia Galán viene a pedirme cambiar el personal responsable, le haría sufrir.

dijo Alberto.

Rolando asintió, tomó el té sobre la mesa y dijo, Vaya, siempre sabes disfrutar, supongo que el té tiene un precio considerable.

Por favor, no digas así.

Te envío 10 kilos ahora mismo si te gusta.

respondió de inmediato Alberto.

Rolando rechazó agitando la mano, Nunca me gusta disfrutar, guarda el té y tómalo tu mismo.

Alguien llamó a la puerta entonces.

Al oírlo, la vez de Alberto se volvió serio, ¿Qué pasa? Señor Presidente, vienen dos hombres a visitarle, diciendo que son de la Familia Galán, que tiene cooperación con nuestra compañía.

Sonó la voz respetuosa de la recepcionista.

Miró al Rolando, al lograr su permiso, Alberto dijo, Déjales esperar afuera hasta que finalice los asuntos.

Sí, señor presidente.

la recepcionista fue a avisarles la instrucción.

Rolando, ¿si me necesitas hacerles algunas dificultades en tu presencia para que se enteren de que eres intocable para ellos? Rolando sonrío, se levantó y dijo, No hace falta, manéjalo a tu manera.

Me voy.

Luego, salió de la oficina y bajó por el ascensor.

En el salón, a Román y Jorge les alegró mucho, porque la recepcionista acabó de decirles que el presidente estaba ocupado, pero les recibiría más tarde.

La recepción del presidente representaba que el Grupo Sol les prestaba mucha atención.

Abuelo, es posible que logremos más beneficios si le adulamos diciendo buenas palabras.

dijo Román sonriendo
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